El paciente será valorado por un especialista en radioterapia, quien revisará su historia clínica, lo examinará y decidirá la estrategia de tratamiento que mejor se adapta a su patología.

Luego, será citado para realizar la simulación del tratamiento, que consiste en obtener imágenes mediante un escáner de tomografía computada (CT)las regiones anatómicas donde se aplicará la radiación. Durante el procedimiento , el técnico radiólogo marcará algunos puntos en su piel. Se utilizarán inmovilizadores para ayudarlo a sostener una posición determinada y, en algunos casos, es necesario colocar una «máscara» de un material termo plástico, que sirve para inmovilizar zonas como la cabeza y el cuello. Con toda la información, el radioterapeuta localizará la zona de tratamiento, decidirá la dosis de radiación que va a recibir cada día y el número de sesiones del tratamiento.

Los físicos médicos y especialistas del equipo realizarán los cálculos necesarios para que se administre la dosis prescripta de manera correcta. Al inicio del tratamiento, se realizarán verificaciones necesarias para que el tratamiento sea entregado de manera segura, y luego se le dará un horario para cada una de sus sesiones de tratamiento. Es muy importante ser puntual y respetar todas las indicaciones, esto es una parte esencial para lograr el mejor funcionamiento del servicio.